Cultura Islámica y Árabe en Costa Rica

Se entiende por estudio todo texto académico cuya rigurosidad está regida por el carácter científico que lo dota de esta naturaleza, esto significa que se diferencia de cualquier otra forma de conocimiento basado[s] en la autoridad, la intuición, la “revelación” o el sentido común (Fraga: 2007), y por ende es racional, enfrentado a la empírico capaz de ser probado o refutado con fuentes que lo sustenten y sujeto a la corrección.

Estudios árabes se refiere a aquellos estudios científico-académicos que abordan y analizan fenómenos de cualquier índole que aquejan a las sociedades árabes; y estudios islámicos son aquellos que, de la misma manera, investiga las problemáticas, procesos y fenómenos políticos, sociales, culturales y económicos presentes en las sociedades de fe musulmana y sus gobiernos, independientemente de su etnia o lugar de nacimiento.

El inicio de los estudios árabes e islámicos desde Costa Rica tiene lugar a principios de la década de los años ochenta con las primeras obras del historiador costarricense Roberto Marín Guzmán quien había regresado al país con especialización en estudios islámicos y Medio Oriente formado en México, Jordania y Estados Unidos; Marín es el pionero de los estudios árabes e islámicos en Costa Rica y único especialista de este campo en el país. Los primeros trabajos datan desde 1982 y son estudios introductorios al conocimiento del Islam y problemáticas del Medio Oriente; esta producción académica ha sido continua y la más prolífica en el campo, con nuevas temáticas propias de la coyuntura mundial.

Se registran algunos trabajos académicos aislados desde otras disciplinas ajenas a la historia— que había sido hasta entonces la ciencia social que marcaba la pauta en estos estudios desde Costa Rica— pero sin repercusión. A inicios del presente siglo salen a la luz dos estudiosos, también ajenos a la formación en Historia, que no solamente vienen a engrosar el bagaje de estos estudios, si no que les dan otras dimensiones y perspectivas provenientes de sus áreas de formación académica: Sergio Moya Mena, quien realiza trabajo académico desde Ciencias Políticas, Teología y Relaciones Internacionales; y Antonio Barrios Oviedo, también formado en Relaciones Internacionales.

Si se habla de estudios árabes e islámicos hechos en Costa Rica, en cualquiera de sus disciplinas, la diversidad de fuentes y la bibliografía disponibles no abundan, las razones principales de este déficit son la ausencia de especialistas en el campo –a excepción de Marín Guzmán—, el abordaje poco frecuente de las temáticas y la falta de recursos para explotarlos. Sin embargo; la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional han hecho todo un esfuerzo por ir configurando esta realidad hacia un campo de estudio más prometedor. En el primer caso, con la creación de la Cátedra Ibn Khaldun en 2008 –a cargo del Dr. Roberto Marín Guzmán— se han puesto a disposición cursos y obras del mundo islamo-árabe con autores reconocidos y de larga trayectoria; la cátedra se ha extendido hacia la población universitaria con resultados positivos que se traducen en el fomento directo de los estudios árabes e islámicos, lo que supone el despertar interés durante los cursos de Medio Oriente, Influencias Árabes en Occidente, España Musulmana, Árabe Cultural y los cursos de Historia de la Cultura. Ha permitido la visita de profesionales a Costa Rica y la edición de sus estudios en nuestro país, aumentando el repertorio, métodos y perspectivas al abordar estas temáticas, como la han sido Zidane Zéraoui El Awad y Virgilio Martínez Enamorado.

En el caso de la Universidad Nacional, esta realiza su labor mediante el Centro de Estudios de Medio Oriente y África del Norte de la Escuela de Relaciones Internacionales, que ha dado apertura al estudio de los temas árabes e islámicos, despertando el interés de los estudiantes y personas de la academia (también de aficionados e interesados). Este esfuerzo de la escuela de Relaciones Internacionales da un enfoque político al análisis de los estudios que realiza y particularmente se interesa por la rama del islam shiíta; extendiendo así todo este trabajo en un programa de estudios llamado “Islam en el Medio Oriente en el siglo XX: historia, relaciones internacionales y praxis política”, también en la publicación regular de su revista Al Kubri, conferencias y cursos ocasionales dirigidos a todas las personas interesadas.